Coches eléctricos: ¿Mito o realidad? Desmontamos los 5 mayores bulos

La conversación sobre los coches eléctricos está en todas partes, pero a menudo se mezcla la información con la desinformación. A medida que la tecnología avanza, muchas de las preocupaciones iniciales sobre los vehículos eléctricos (EV) se han vuelto obsoletas. Es hora de separar la realidad de la ficción y desmentir los mitos más comunes que aún persisten.

1. Mito: Los coches eléctricos son demasiado caros

Realidad: Es cierto que el precio inicial de un coche eléctrico suele ser más alto que el de un modelo similar de combustión. Sin embargo, este es solo el principio de la historia. A largo plazo, el ahorro puede ser considerable.

  • Ayudas del gobierno: En España, existen ayudas como el Plan MOVES III, que subvenciona la compra de vehículos eléctricos, lo que reduce significativamente el precio.
  • Coste de combustible vs. electricidad: Recargar un coche eléctrico es mucho más barato que llenar un depósito de gasolina o diésel. Si bien el precio de la electricidad varía, el coste por kilómetro recorrido es una fracción de lo que pagas en una gasolinera.
  • Mantenimiento: Los coches eléctricos tienen muchísimas menos piezas móviles que un coche de combustión. Esto significa que no hay cambios de aceite, ni filtros de aire, ni bujías, ni correas de distribución. El mantenimiento se reduce a pastillas de freno (que duran mucho más gracias a la frenada regenerativa), neumáticos y poco más.

2. Mito: La autonomía de la batería es muy limitada

Realidad: La "ansiedad de autonomía" era una preocupación real hace unos años, pero las baterías actuales han mejorado de forma drástica.

  • Autonomía media: La mayoría de los modelos populares hoy en día, como el Hyundai Kona Eléctrico, el Tesla Model 3 o el Volkswagen ID.3, ofrecen autonomías que superan los 400 km. Esto es más que suficiente para el 99% de los desplazamientos diarios.
  • Planificación: Para viajes largos, las aplicaciones de navegación especializadas, como Google Maps o A Better Route Planner, calculan la mejor ruta, incluyendo paradas para cargar, eliminando la incertidumbre.

3. Mito: Cargar el coche es lento y complicado

Realidad: La infraestructura de carga en España y Europa ha crecido exponencialmente en los últimos años, y las opciones de carga son más flexibles que nunca.

  • Carga en casa: La mayoría de los propietarios cargan sus vehículos durante la noche, igual que cargan su móvil. Con una toma doméstica o un "wallbox" instalado en el garaje, te levantas cada mañana con la batería llena.
  • Carga rápida: En carretera, las estaciones de carga rápida (supercargadores de Tesla o Ionity, por ejemplo) pueden añadir cientos de kilómetros de autonomía en tan solo 20 o 30 minutos, el tiempo perfecto para una parada de descanso.
  • Puntos de carga públicos: Hay miles de puntos de carga en centros comerciales, parkings y vía pública, lo que hace posible recargar mientras haces la compra o trabajas.

4. Mito: Las baterías se degradan muy rápido y cambiarlas es carísimo

Realidad: Las baterías están diseñadas para durar, y su degradación es mucho más lenta de lo que se cree.

  • Garantías: La mayoría de los fabricantes ofrecen una garantía de la batería de al menos 8 años o 160.000 km, lo que demuestra la confianza en su durabilidad. La garantía cubre cualquier degradación significativa por debajo de un porcentaje establecido, normalmente entre el 70 y el 80%.
  • Vida útil: Estudios indican que la mayoría de las baterías mantendrán más del 90% de su capacidad después de 150.000 km. Con un buen cuidado (evitando cargar al 100% o descargar por completo a menudo), la batería puede durar la vida útil del vehículo.

5. Mito: La producción de baterías es muy contaminante

Realidad: Es cierto que la fabricación de las baterías tiene un impacto ambiental, principalmente debido a la minería de litio y cobalto. Sin embargo, hay que ver el ciclo de vida completo.

  • Huella de carbono: Numerosos estudios han demostrado que, a lo largo de su vida útil, un coche eléctrico genera una huella de carbono total significativamente menor que un coche de combustión. Esto se debe a que no emiten gases contaminantes mientras circulan y a que la red eléctrica de muchos países se está volviendo más limpia.
  • Reciclaje: El reciclaje de baterías es una industria en crecimiento. Se están desarrollando procesos para recuperar hasta el 95% de los materiales valiosos, lo que reducirá la necesidad de nueva minería en el futuro y cerrará el ciclo.

Los coches eléctricos han dejado de ser un concepto futurista para convertirse en una realidad presente. A medida que la tecnología evoluciona, las preocupaciones del pasado se van disipando, haciendo de estos vehículos una opción cada vez más viable, económica y sostenible.

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